Al menos 114 personas han muerto después de que un incendio devastador arrasara un salón de bodas lleno de invitados en Irak, y se teme que los novios se encuentren entre las víctimas.
El incendio fue causado por fuegos artificiales lanzados para celebrar una boda cristiana en un salón en el distrito de Al-Hamdaniya de la provincia norteña de Nínive, parte de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí. Es una zona predominantemente cristiana en las afueras de la ciudad de Mosul, situada a 335 kilómetros al noroeste de la capital, Bagdad.

«Se están haciendo todos los esfuerzos posibles para brindar ayuda a los afectados por el desafortunado accidente», dijo el portavoz del Ministerio de Salud, Saif al-Badr, a la agencia estatal de noticias iraquí.