España, afectada desde hace meses por una sequía histórica, se vio golpeada desde el fin de semana por lluvias torrenciales que dejaron dos muertos y tres desaparecidos, mientras que un niño de diez años logró sobrevivir aferrándose a un árbol.
Las tormentas afectaron especialmente en las últimas horas a las regiones de Madrid y Castilla-La Mancha (centro), donde cayeron copiosos aguaceros durante la noche del domingo al lunes.
El presidente regional de Castilla-La Mancha, una región al sur de Madrid, Emiliano García-Page, anunció en la red social X (antes Twitter) «el fallecimiento de dos personas en la provincia de Toledo, en Casarrubios del Monte y Bargas», sin ofrecer más detalles sobre los sucesos.
También en la provincia de Toledo, las autoridades buscaban a una mujer que desapareció tras el desbordamiento de un río cerca de la localidad de Valmojado, indicó un portavoz de la Guardia Civil.
Un helicóptero fue enviado a socorrer a algunas personas que se habían refugiado en los tejados de sus viviendas en la zona.
En la región de Madrid, los servicios de emergencia intentaban encontrar con vida a otros dos desparecidos, uno de ellos un hombre de 83 años arrastrado por una corriente y el otro, un hombre cuyo vehículo quedó atrapado por un río que se desbordó en la población de Aldea del Fresno.
El hijo de diez años de este último hombre, que viajaba con él, fue rescatado subido a un árbol la mañana del lunes por los bomberos, informó el gobierno de la región de Madrid.
«El pobre (niño) habrá pasado toda la noche encaramado a un árbol», señaló a periodistas la presidenta regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien visitó las zonas afectadas.
La medre del niño y su hermana, que también iban en el vehículo, habían sido rescatadas más temprano.
En Aldea del Fresno, una de las localidades más afectadas por el mal tiempo, varios puentes se derrumbaron y torrentes de barro provocados por el desbordamiento del río arrastraron numerosos coches, según constató un fotógrafo de AFP.
Llamadas a la precaución
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, llamó a los ciudadanos a que «sigan actuando con precaución», durante una intervención en un evento público en Madrid.
Las lluvias torrenciales provocaron la suspensión del tráfico ferroviario en varias regiones, especialmente entre Madrid y Andalucía (sur) y en la costa mediterránea.
En la ciudad de Madrid, el mal tiempo provocó el cierre temporal de varias líneas de metro y de trenes de cercanías.
Aunque las precipitaciones habían disminuido un poco este lunes, la Agencia Estatal de Meteorología mantenía en alerta amarilla a siete regiones, entre ellas Madrid, Castilla-La Mancha, Cataluña, Baleares y el País Vasco.
Las autoridades de Madrid pidieron a la población que teletrabaje o se quede en sus casas en la medida de lo posible, para evitar desplazamientos en la capital, cuyos accesos de entrada estaban colapsados la mañana del lunes, cuando se retomaba gran parte de la actividad tras las vacaciones en agosto.
Los habitantes de Madrid recibieron el domingo un inédito aviso de emergencia en sus celulares, acompañado de una fuerte señal sonora, que instó a no usar su vehículo y a permanecer en casa.
«Tenemos que alegrarnos de que hay una opción de poder comunicarnos eficazmente con los ciudadanos en caso de una gran emergencia, de un momento complicado para que los ciudadanos puedan aplicar las medidas que tengan que aplicar», dijo este lunes Chivite, ante algunas protestas por el mensaje masivo del domingo.
España, país europeo en primera línea del calentamiento global y donde un 75% del territorio está amenazado por la desertificación, se ve regularmente afectado por lluvias torrenciales a finales de verano u otoño, que provocan repentinas crecidas de los ríos.
El fenómeno que provoca las copiosas lluvias y tormentas, llamado por los meteorólogos DANA (Depresión Aislada a Niveles Altos), ha dejado consecuencias trágicas en el pasado, como en 2018, cuando trece personas murieron en la isla de Mallorca, en Baleares.