El nombre chino del anís estrellado, Ba Jiao Hui Xian, vendría a significar algo así como hinojo de ocho cuernos, en alusión a la original forma de sus frutos en cápsula, que dibujan una estrella de ocho puntas. Su aroma y sabor es ciertamente anisado y recuerda mucho al del anís verde Pimpinella anisum, con el que sin embargo no está emparentado, pero explica por qué se le conoce como anís estrellado.
También se le conoce como badián o badiana de China, de donde es originario, como en seguida veremos. Supone un recurso de primer orden para mediar en trastornos digestivos, pero también se están explorando su potencial como agente antiviral.
Principios activos del anís estrellado
Los principios activos del anís estrellado, en especial el aceite volátil que contiene, han sido ampliamente estudiados y algunos de sus componentes, como el ácido shikímico, se emplearon en la elaboración de un medicamento famoso: oseltamivir, conocido como Tamiflu, para el tratamiento del virus de la influenza o gripe común y para tratar de contener la expansión de la gripe aviar, con muy escasos resultados. De hecho, aparecieron cepas de este virus resistentes al Tamiflu, lo que llevó en su momento a descartar su uso como antiviral.
Los principios activos del anís estrellado quedan resumidos a continuación:
-Aceite esencial en abundancia, hasta un 8 o 9% de su peso. Contiene anetol –el que aporta la mayor proporción, un 90%–, linalol, estragol, limoneno, anisaldehído, cineol y safrol.
-Ácido shikímico, hasta un 8,5% de su peso. Es el componente principal de los antivirales ensayados con anís estrellado.
Flavonoides.
-Taninos.
-Lactonas sesquiterpénicas, como la veranisatina D, en muy escasa proporción.
-Fitoestrógenos como los lignanos. (Infosalud)