Al menos 83 personas han muerto y unas 100.000 abandonaron sus hogares por las intensas inundaciones y riadas en varias zonas de Etiopía desde el pasado mes de marzo, informó la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
«Las inundaciones recientes e inusuales han causado destrucción y desplazamientos generalizados, lo que ha exacerbado las necesidades humanitarias» en varias regiones del sureste, el centro, el sur, el suroeste y el noroeste del país, señaló la OCHA en un comunicado recogido por los medios locales este martes.
Según esta oficina de la ONU, las zonas más golpeadas por estas inundaciones se «superponen» con las que hasta el inicio de las lluvias resistían una sequía severa, la peor registrada en los últimos cuarenta años del Cuerno de África, desde 2020.
Las inundaciones han «profundizado la vulnerabilidad» y han aumentado el riesgo de que enfermedades como el cólera continúen expandiéndose por el país, después de que se detectasen brotes en varias zonas.
Además, OCHA alertó de un «brote de sarampión» y un «aumento de los casos de malaria en las áreas golpeadas por las inundaciones».
Si bien las lluvias pueden haber mejorado en parte las condiciones para las actividades agrícolas y la disponibilidad de agua para personas y el ganado, decenas de miles de hectáreas de cultivos han sido destruidas y miles de animales domésticos han muerto. (EFE)