Lo que significaría un reencuentro para «fomentar la integración regional” y dejar a un lado las diferencias entre los gobernantes, se convirtió en un paredón para el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, luego que al menos dos mandatarios de los 11 invitados a la Cumbre Sudamericana 2023 le recordaran la crisis política-humanitaria que vive Venezuela.
Uno de ellos fue el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien celebró el regreso de Maduro a los foros regionales, pero insistió que “no hay que hacer la vista gorda a los problemas”, en referencia a que mantendrá su posición con respecto a los crímenes de lesa humanidad donde es acusado el Estado venezolano.
El mandatario chileno agregó durante la reunión que: «Hay una discrepancia en las declaraciones del presidente Lula, no es una construcción de una narrativa, es una realidad seria y la vi en los ojos de venezolanos que llegaron a nuestro país».
Por otra parte, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou; dio declaraciones a la prensa y alertó a los mandatarios sudamericanos que no se debe «tapar el sol con un dedo» sobre la situación de los DD. HH. en Venezuela.
Al inicio de la cumbre realizada este martes 30 de mayo en Brasilia, capital de Brasil; el presidente Luiz Inácio Lula da Silva había instado a sus invitados a limar las asperezas en pos de una mayor integración luego de años de desacuerdos, muchos de raíz ideológica.