Unas 1.200 personas lograron alcanzar el puerto de la pequeña isla italiana de Lampedusa, próxima a la costa africana.
Pese a que muchos lograron desembarcar, otrs corrieron peor suerte: dos murieron cruzando el Mediterráneo y al menos 20 son buscadas como «desaparecidas» en sus aguas.
Hacía días que en esta isla, el enclave más meridional de Italia, se vivía cierto sosiego hasta que anoche, con la irrupción de un clima casi veraniego y un mar en calma, el flujo migratorio reanudó su ritmo y las barcazas volvieron a aparecer en el horizonte.
En el último día han logrado desembarcar en Lampedusa unos 1.200 inmigrantes desde Túnez a bordo de 35 barcazas pero, en medio de este tránsito frenético, también se han registrado tres naufragios en los que han perdido la vida dos inmigrantes.
Se trata de un hombre y de una mujer hallados sin vida a bordo de las pateras con las que cruzaban el Mediterráneo hacia Europa y cuyos cuerpos ya han llegado al tanatorio de Cala Pisana de la isla italiana, según confirmaron a EFE fuentes forenses.
Sin embargo, las víctimas mortales podrían ser más. En el primer naufragio registrado en la zona de búsqueda y rescate (SAR) italiana se dieron por «desaparecidas» tres personas.
Por su parte, en el segundo, ocurrrido en área maltesa, «unas veinte», según los supervivientes.
La Guardia Costera italiana ha procedido a su búsqueda, confirman desde su dirección, mientras que para los rescates cuenta con la ayuda de medios de la agencia europea de control fronterizo Frontex y de las naves de algunas organizaciones no gubernamentales. (EFE)