Al menos 57 cadáveres han sido recuperados de entre los restos de los dos trenes que chocaron el martes en Grecia central, informó la jefa del departamento forense de la ciudad de Larisa, Rubini Leontari.
La forense señaló a la radio privada Realfm que este jueves fueron trasladados a la morgue 14 cadáveres carbonizados, que elevan el total número de víctimas a 57, ya que hasta ayer el departamento forense de Larisa había recibido 43 cuerpos sin vida.
Hasta el momento el número oficial de las víctimas por la tragedia ferroviaria asciendía a 46, según el último informe emitido por los Bomberos.
Leontari señaló además que aparte de los cadáveres en la morque hay 10 bolsas con fragmentos humanos individuales que aún no han sido identificados.
“Hemos tomado una prueba de ADN de cada miembro humano”, señaló la forense.
“De esta manera un miembro que pertenezca a un cadáver recuperado se le podrá atribuir a este cuerpo sin vida. Si otros miembros no se pueden atribuir tendremos su ADN”, añadió.
El portavoz del Gobierno conservador, Yannis Ikonomu, señaló esta tarde en una rueda de prensa que hasta el momento tan solo nueve cadáveres han sido identificados.
Además, reconoció que en el tramo específico donde se produjo el accidente no funcionaban los sistemas de seguridad – como la guía electrónica o la señalización – que sí funcionan en otros sectores de la vía ferroviaria griega.
Cincuenta y siete personas siguen hospitalizadas, seis de ellas en cuidados intensivos. La mayoría de las víctimas eran jóvenes universitarios que regresaban a Salónica tras un puente festivo.
El siniestro se produjo poco antes de la medianoche del martes, hora local (22.00 GMT), cuando dos trenes -uno con 342 pasajeros y 10 empleados ferroviarios y otro de carga con dos maquinistas- chocaron cerca de la pequeña localidad de Tempe, a unos 300 kilómetros de Atenas.
El primer ministro griego ha declarado un duelo nacional de tres días mientras afirmó que “se depurarán responsabilidades” y que «la tragedia, desafortunadamente, se debe sobre todo a un error humano».
La fiscalía de Larisa ha imputado al jefe de la estación de trenes de esta ciudad por “homicidio negligente” y otros delitos que pueden conllevar, si el hombre de 59 años es encontrado culpable, una pena de entre diez años y cadena perpetua.
Según los medios griegos, el empleado ferroviario admitió ya el miércoles, después de ser detenido, su responsabilidad en el error que situó el tren de pasajeros en la misma vía en la que venía de frente un convoy de carga con dos maquinistas.
El sindicato de trabajadores ferroviarios ha convocado un paro de 24 horas este jueves para protestar por la situación del sector, denunciando la falta de sistemas de seguridad, como la señalización y la guía electrónica, que podrían evitar este tipo de accidentes.
Mientras, muchos familiares de las víctimas han anunciado que presentarán denuncias tanto contra ejecutivos de la empresa privada Hellenic Train como del estatal Organismo de Ferrocarriles de Grecia (OSE), según han anunciado por lo menos dos oficinas de abogados que tuvieron contacto con familiares de los fallecidos.
Los ferrocarriles de Grecia, Hellenic Train, están operados por la compañía estatal italiana Ferrovie dello Stato Italiane. Sin embargo, toda la demás infraestructura – incluidos los sistemas de seguridad – dependen de OSE.
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