Decenas de activistas latinoamericanas y estadounidenses se concentraron este martes en Washington para expandir la «ola verde» hacia el norte del continente, en medio de la posibilidad de mayores restricciones en EE.UU. al derecho al aborto.
A pocos días de que se conozca la decisión de un juez federal que podría restringir a nivel nacional el acceso a la mifepristona, una píldora abortiva, más de 70 mujeres levantaron pañuelos verdes, el símbolo de la lucha a favor del aborto.
Este acto simbólico dio cierre a una convención de tres días, donde las activistas, provenientes de países donde se ha conseguido despenalizar la interrupción del embarazo, como Argentina o Colombia, y de otros donde aún se persigue esta práctica, como El Salvador, intercambiaron ideas sobre cómo organizarse y presionar a los gobiernos para expandir el derecho o retirar las prohibiciones.
«Muchos estadounidenses creen que nuestra manera de movilizarnos es la mejor y que no hay nada que podamos aprender del resto del mundo», dijo a EFE Renee Bracey, activista en Washington que se dedica a resaltar historias de mujeres que han abortado.
El caso de EE.UU., donde un fallo del Supremo retiró la protección al aborto, despenalizado desde 1973, prendió las alertas en la región, donde el movimiento feminista ha conseguido victorias recientes en países como Colombia, que legalizó la interrupción voluntaria del embarazo hace poco más de un año.
«He visto que el mismo estigma, prejuicio y negación del derecho está ocurriendo en otros países en EE.UU. que estaba muy seguro con la ley; vemos que hay un constante riesgo», señaló a EFE Sergia Galván, activista de República Dominicana, uno de los cinco países de la región donde al aborto es ilegal en todos los casos.
Morena Herrera, defensora histórica de los derechos reproductivos en El Salvador, donde las mujeres pueden ir a la cárcel por abortar, lamenta el retroceso que ha vivido EE.UU.
«Desde hace muchos años, miramos a las feministas de EE.UU. y a los derechos que tenían; ahora, las realidades de muchos estados aquí se parecen a las de El Salvador», señaló la también exguerrillera.
Seis meses después de la decisión del Supremo, que revocó el histórico fallo «Roe conta Wade», 24 de los 50 estados de EE.UU. han restringido o están cerca de restringir el aborto, según un análisis del Instituto Gottmacher.
Para Marta Alanis, lideresa de la asociación Católicas por el Derecho de Decidir de Argentina, la situación en EE.UU. debe servir para unir a las feministas pro-aborto en la región.
«No tenemos frontera y nos vamos a apoyar en las acciones que sean necesarias», señaló la activista.
Se espera que un juez federal en Texas emita un fallo en los próximos días sobre una demanda que busca restringir el acceso a la mifepristona en todo el país, incluso en estados donde el aborto aún es legal.
La mifepristona, aprobada en 2000 por el órgano regulador, puede ser empleada junto con el misoprostol para interrumpir el embarazo antes de finalizar el tercer mes de gestación y, de acuerdo a Guttmacher Institute, los abortos con este tipo de medicamento han supuesto el 54 % de las interrupciones de embarazos en EE.UU. en los dos últimos años. EFE
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