Los economistas de las principales instituciones financieras alemanas ven la economía de Alemania en la senda de la recuperación tras el fuerte impacto sufrido por la crisis causada por el coronavirus, según una encuesta realizada por dpa entre los expertos de diferentes operadores económicos.

«Los principales indicadores son fuente de optimismo», comentó Marc Schattenberg, del Deutsche Bank, quien explicó que el segundo trimestre, que vio el pico de la crisis debido a la pandemia, fue sorprendentemente robusto.

«La recesión ha terminado», opinó por su parte Katharina Utermöhl, del Grupo Allianz, con la vista puesta en los últimos indicadores. La experta detalló que la economía alemana ya no está en cuidados intensivos, aunque la situación sigue siendo crítica y no pueden descartarse retrocesos.

Schattenberg hizo hincapié en que las exportaciones también se recuperaron y en que, por ejemplo, las pérdidas comerciales con China no son tan grandes como se temía. Sin embargo, advirtió que «en el segundo semestre, los riesgos de la política comercial también volverán a reactivarse».

La noticia de que la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) probablemente culmine sin acuerdo al final del período de transición, que concluye a finales de año, no es una buena noticia, subrayó el experto del Deutsche Bank.

Schattenberg acotó que los acontecimientos en Estados Unidos, donde la crisis del coronavirus es especialmente grave, son observados con gran incertidumbre.

Utermöhl cree que en Alemania habrá 119.000 desempleados más en julio respecto al mes anterior. Con un total de 2.972.000 de personas sin trabajo, el país se acercaría a la línea psicológica de los tres millones. Schattenberg cree que la cifra se ajustará estacionalmente justo por encima de esa línea.

Sin embargo, todo esto no parece tener ningún efecto negativo en las expectativas económicas. «Desde junio, todo fue al alza, y desde julio parece haber tomado más impulso», observa Jens-Oliver Niklasch, del Banco Regional del estado de Baden-Wurtemberg.

No obstante, «después de la profunda caída de marzo y abril, es muy probable que pase bastante tiempo hasta que se recupere de nuevo el nivel de producción y ventas anterior a la crisis», advirtió.

Niklasch considera que el mercado laboral se muestra sorprendentemente estable. «Ajustado estacionalmente, el incremento del número de desempleados en julio será probablemente leve, del orden de 50.000», prosiguió.

El economista añadió que aunque en julio también se dieron a conocer recortes de empleos industriales, «las cifras anunciadas cubren en su mayoría períodos más largos».

El experto advirtió que continúa el temor a que pueda producirse una sucesión de declaraciones de quiebras como resultado de la pandemia de coronavirus, con consecuencias para la economía y el mercado laboral. En septiembre se reanudará la obligatoriedad de declararse en bancarrota, suspendida debido a la pandemia.

Fritzi Köhler-Geib, economista jefa del grupo estatal KfW, también puso freno a la euforia. «Es probable que el número de desempleados siga creciendo en los próximos meses, porque habrá más despidos y las empresas contratarán menos personal», explicó.

Köhler-Geib apuntó que el número de despidos reportados en mayo fue de 570.000, más de 200.000 menos que en el mismo mes del año pasado. El desempleo aumentó especialmente entre los trabajadores no cualificados y los jóvenes.

«En los próximos meses será importante asegurar que el desempleo no se cronifique y provoque efectos negativos permanentes», advirtió Köhler-Geib, quien cree que para ello se deben ampliar los programas de aprendizaje y formación./DPA