Seguramente más de una vez te has percatado que dentro de la ropa interior femenina existe una especie de “bolsillo” o doble forro. Su disposición en la prenda tiene que ver con cuestiones que van más allá de la estética. Esta sección de las trusas femeninas influye en el cuidado y la salud del área que se ubica aquí. Conoce en la siguiente nota la utilidad del “bolsillo” de las prendas femeninas.

La utilidad de esta parte es mucho más compleja de lo que aparenta. Este “bolsillo” es en realidad un doble forro, una capa adicional de tela puesta que no ha podido ser cosida, ya que no se puede realizar las dos costuras en esta prenda sin que resulte incómodo, pese a ello cumple una función esencial en la salud íntima femenina.

Esta tela extra previene la irritación producida por el roce al caminar y la sudoración natural excesiva al estar en movimiento o en situaciones de incremento del calor, en la estación de verano, por ejemplo.

Las dos capas que conforman el “bolsillo” son claves. Mucho más ahora, cuando los tejidos como el poliéster imperan en el rubro textil. Este tipo de materiales no es el más adecuado para esta zona. Por ello, la capa de tela colocada es de algodón, pues es fibra natural transpirable, que hace que la humedad se evapore rápidamente.

Así, el “bolsillo” de la ropa interior es básico para evitar el paso de bacterias que puedan alterar la flora vaginal y desarrollar infecciones. El hecho de que queda abierto también supone una ventaja a la hora de lavar la ropa interior, ya que se asegura de una limpieza profunda a través de ese doble forro.

Con información de La República