Tenista estadounidense se fuga de Rusia tras dar positivo a COVID-19

Oct 16, 2020 | Deportes Internacional

El tenista estadounidense Sam Querrey protagonizó esta semana una estrambótica fuga en un avión privado después de dar positivo por COVID-19 en el Abierto de San Petersburgo.

Según informa el comité organizador del torneo, Querrey y su familia dieron positivo el 11 de octubre, resultado que fue confirmado en otro test realizado inmediatamente después.

En línea con el protocolo de la ATP, el jugador -novena raqueta del mundo- fue apartado y confinado en su habitación del hotel Four Seasons de la antigua capital zarista.
Además, las autoridades sanitarias rusas recomendaron someter al tenista y su familia a un examen médico, pero Querrey se negó los días siguientes a abrir la puerta con el argumento de que su hijo, de nueve meses, estaba durmiendo.

A Querrey se le propuso trasladarle con su familia a un apartamento para que se sintiera más cómodo y así reducir el riesgo de propagación del coronavirus.

Antes de que, según las reglas de la ATP, fuera sometido a un nuevo análisis, el tenista abandonó el hotel de incógnito durante la madrugada del 13 de octubre sin informar ni siquiera a la recepción.

Sólo informó posteriormente a la ATP que había abandonado territorio ruso a bordo de un avión privado, en compañía de su esposa y de su bebé.

Querrey se arriesga a una sanción por violar el Código de Conducta de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), informa el periódico ruso Kommersant.

La ATP, en un comunicado del departamento de relaciones con los jugadores, indica, sin mencionar el nombre del tenista estadounidense, que está en conocimiento del incidente y que ha puesto en marcha una investigación.

«A los jugadores y a sus equipos de apoyo se les ha recordado que las violaciones del protocolo (sanitario) puede poner en peligro los eventos y repercutir en todo el circuito», añadió.

Exnúmero 11 del mundo y semifinalista en Wimbledon-2017, Querrey, de 33 años, ha ganado cinco títulos en su larga carrera.

El Abierto de San Petersburgo, que se disputa desde 1995, este año ascendió a la categoría ATP 500 y reparte más de 1,2 millones de dólares en premios./EFE